Visita al Museo Valenciano de Etnología

Hoy ha sido un día genial, y que hemos vuelto a ir de excursión al museo, pero esta vez, no a sido un museo de cuadros, sino de objetos, objetos del S.XX en concreto. Hemos visitado el Museo Valenciano de Etnología. Una vez hemos llegado allí nos ha recibido Altea, una de las guías del museo, la cual nos ha explicado como se dinamizan las visitas, nos ha contado todo lo que el museo esconde y la forma de expresar todas estas cosas para que resulten mas vistosas y llamativas. Para empezar, aquí podemos ver una foto de la entrada o recibidor de la sala de etnología

Una vez explicadas todas estas cosas, Altea se ha ido y nos ha dejado ver las tres salas por nuestra cuenta, por lo tanto cada uno se ha fijado en lo que más le llamaba la atención.
La primera sala ha sido la de la ciudad, en la cual habían vestidos,juguetes, objetos de aquella época fotos con costumbres extrañas... y hasta incluso una habitación de aquella época y un timbre de una puerta. En esta sala es todo más visual, para observar y reflexionar sobre los objetos y herramientas y los cambios o avances que han habido desde entonces hasta ahora. Máquinas de escribir, poleas y hasta tejedoras nos han hecho darnos cuenta de los avances tecnológicos de hoy en día.

A continuación pasamos a la segunda sala, la de L´Horta i Marjal, a cual es una sala blanca, con muchas luces, toda blanca, ya que en la huerta es todo muy luminoso, ya que estamos hablando del campo,, donde siempre pega el sol. En esta sala sólo hay dos elementos claves, una cortina de cadenas que dentro esconde dos llaves simulando ser la casa, y una especie de tiovivo lleno de figuras de cerámica y porcelana. Esta sala ha sido más interactiva, ya que habían cajones para abrir, se podía entrar dentro de la cortina, la luz te acogía, etc.


Para finalizar, hemos visitado la última sala, la de la Montaña, la cual ha sido de las tres la más visual de todas, porque estaba todo fuera del alcance de nuestras manos, los objetos del campo, las herramientas de labrar y todo colgado del techo, lo cual llama mucho la atención pero a la vez provoca lejanía, lo que hace que te fijes más en los detalles, ya que no lo tienes cerca y te provoca más curiosidad. 
Esta sala es la más oscura de todas, con luces apagadas, ya que en la montaña es todo marrón y apagado, por lo tanto se intenta recrear este ambiente.


Fuera ya del planning de la visita, nosotros hemos querido cotillear por otras salas de exposición,tanto temporales como permanentes. 
Primero hemos entrado en la de Prehistoria, ya que era la que continuaba a la de etnlogía. Es una sala pequeña, con el recibidor completamente lleno de cómics de Astérix y Obélix, que nos ha encantado a todos porque es una manera genial de captar la atención de todo aquel que la visita. 
Avanzando por la sala hemos podido observar antiquísimos objetos como monedas, vasijas, pieles, joyas, etc.

Esto ha sido todo del día de hoy, sólo dejo caer que podríamos hacerlo con más frecuencia, así como... una vez por semana jeje.

Hasta la próxima amigxs!

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